11.10.07

El dueñodemiombligo

(Si, a vos...)

El dueñodemiombligo aprendió a dormir de lado para no roncar. Antes del amanecer, bajaba las escaleras despacito para no despertarme, sabe que duermo poco. Usaba el water de abajo por lo mismo, tuntuniento por su propio sueño y sin encender la luz. Hervía agua para su mate y mi café. Le tomaba más de una hora hacerlo todo, porque el tiempo del dueñodemiombligo es más lento que el mío, su pulso y respiración también.
Se asomaba por una rendija para saber si abrí los ojos pero yo los cerraba al sentirle cerca para que creyera que lo hacía bien. Se quedaba en el umbral de la puerta mirándome hasta que no podía contener la risa y el deseo de tenerlo a mi lado.

Comenzaron las lluvias de octubre.

Los días amanecen grises.

Mi tiempo se ha hecho lento, mi pulso y mi respiración también.

Abro los ojos y miro la puerta cerrada.

El dueñodemiombligo ya no viene con mi taza de café.

6.10.07

Cuatrocientos noventa y siete


El corazón se detuvo durante un segundo mientras mis manos temblorosas buscaban el remitente que me diera la certeza. Luego retomó su marcha al galope como si quisiera salir de su encierro.

Alguna reacción química desconocida para mí le dio la orden al estómago de volcarse, a la garganta de contener un grito y a los ojos derretirse en surcos salinos hacia la comisura de mis labios.

“Ha pasado mucho tiempo y agua debajo de éste puente. No quiero escribir, quiero que hablemos. Si estás de acuerdo, llámame. Se que aún tienes mi número…”

Los cuatrocientos noventa y siete días pasados se fundieron en una sola imagen nítida que creía haber borrado de mi memoria a fuerza de no pronunciar su nombre.

Nueve horas después sigo observando con detenimiento la sonrisa socarrona del aparato como si él supiera que en algún momento volveré a desaparecer.
adopt your own virtual pet!