Ayer te volví a extrañar…
¡Claro que sí, claro que si!
Extrañé tu mirada
y esa forma tierna de contemplarme.
Eché de menos tu risa
y la pasión con la que me hacías el amor.
Ayer, mientras caía la noche en el campo,
junto a aquella cañada recordé
lo dulce que fue amarte
y lo amargo que fue olvidarte.
Porque sí te olvidé
mientras estuve con él
en nuestros lugares
y con nuestra noche
bailando como dos fantasmas
bajo la luna
lo abracé porque dejaste vacíos mis abrazos
lo besé porque secaste mis besos
me hizo el amor y yo lloré…
Me envolví en mi pecado
y busqué a Dios
y Dios estaba esperándome
solo para perdonarme.
Ayer te volví a extrañar
porque era domingo
porque estaba bebiendo
porque estaba en el campo
porque él no estaba conmigo
porque se extraña cuando se ha amado
y se extraña más cuando llega el olvido.